El Ministerio de Economía avanza en tratativas con las provincias de Río Negro y Neuquén para habilitar el cobro “en especie” de parte de las regalías hidroeléctricas. El entendimiento es la última condición pendiente antes de lanzar la licitación para la re-privatización de las cinco centrales de la región.
El Gobierno nacional, a través del Ministerio de Economía que lidera Luis “Toto” Caputo, mantiene conversaciones avanzadas con los gobernadores de Neuquén, Rolando Figueroa, y Río Negro, Alberto Weretilneck, para definir un mecanismo diferencial que permita a ambas provincias cobrar parte de las regalías hidroeléctricas en forma de energía eléctrica.
El acuerdo resulta clave para destrabar el llamado a licitación que lanzará la Nación para la re-privatización de las cinco represas del Comahue: El Chocón, Arroyito, Alicurá, Piedra del Águila y Planicie Banderita, activos estratégicos que generan cerca del 10% de la energía eléctrica del país.
La propuesta oficial plantea un precio fijo de 15 dólares por megavatio hora (MWh) para la energía generada, valor considerablemente inferior al de mercado (que ronda los 60 dólares por MWh). Ante este escenario, las provincias buscan asegurar ingresos que compensen la caída en la percepción de regalías, las cuales representan el 12% del valor de la energía vendida.
Según trascendió, las provincias propusieron en un primer momento que sus distribuidoras locales pudieran adquirir toda la energía regional a este precio subsidiado, pero la Nación desestimó esa alternativa.
Como opción superadora, las negociaciones actuales se orientan a permitir que Neuquén y Río Negro puedan cobrar hasta un 30% de las regalías en especie, es decir, directamente en energía. Este modelo cuenta con antecedentes regulatorios previos, como la resolución adoptada durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner respecto a regalías gasíferas.
El esquema en análisis permitiría a las provincias destinar esa energía a establecer tarifas diferenciales para los usuarios del Comahue, beneficiando a industrias, comercios y hogares de la región.
Para el Gobierno nacional, el respaldo político de ambas provincias resulta esencial para avanzar en la licitación, ya que tanto Neuquén como Río Negro tienen participación accionaria en algunas de las centrales y facultades regulatorias sobre los recursos hídricos.
El cierre del acuerdo se presenta como el último paso pendiente antes de oficializar la convocatoria a nuevos operadores privados para administrar las emblemáticas represas del Comahue.