Paula Galindo, estudiante de Geología en la UNRN y cursante de la Diplomatura en Programación, creó un asistente digital capaz de identificar rocas, minerales y arenas. Con lenguaje accesible y mirada territorial, su proyecto propone una geología más cercana, moderna y educativa.
En el cruce entre la geología, la programación y la curiosidad por el entorno, Paula Galindo encontró una forma original de unir sus pasiones. Estudiante del tercer año de Geología en la Universidad Nacional de Río Negro y cursante de la Diplomatura en Programación y Análisis de Datos, Paula desarrolló Arenita, un bot capaz de identificar rocas, minerales y arenas.
Su creación no solo traduce conocimiento científico en lenguaje accesible, sino que también propone nuevas formas de vincular tecnología con territorio. En esta entrevista con Energía 360, Paula nos cuenta cómo nació la idea, qué desafíos enfrentó en el desarrollo y qué usos imagina para Arenita en el futuro.
Pero vamos a empezar respondiendo a la pregunta: ¿qué es un bot? En términos simples, es un programa informático diseñado para realizar tareas específicas de forma automática. Algunos responden preguntas, otros analizan datos, y algunos—como Arenita—pueden identificar rocas, minerales y arenas.
“Esta propuesta me permitió acercarme al mundo de la programación y de la inteligencia artificial. A partir de esta experiencia desarrollé este bot utilizando un lenguaje principal como es Python”, explicó Paula.
Python es un lenguaje de programación versátil y ampliamente usado en ciencia de datos, inteligencia artificial y automatización.
“Esta idea nació de una observación muy concreta en Geología de reconocer un mineral o una roca en el campo. Con el bot se trabaja con preguntas precisas de carácter físico, como el color que tiene, el brillo, dureza, cosas que a simple vista podemos identificar. A partir de estas preguntas el bot tira una sugerencia. De esta manera, se cruzan los conocimientos. Está pensado para un público de niños por ejemplo o más general. En un futuro, planeo agregar imágenes. Este tipo de proyectos abre puertas a una geología más moderna donde la programación, los datos, la automatización ayudan mucho a interesarse en esta área”, dijo.
Consultada sobre cómo fue el proceso de desarrollo de ‘Arenita’, Paula contó que “trabajamos con un diagrama de lo que nosotros queríamos representar y contar con nuestro proyecto. Pensé en esto porque me pareció la combinación perfecta con lo que estoy estudiando, entonces lo comenté a los profesores, y tras el ok, comencé con la búsqueda de información. El día de la presentación llegué con mi cajita de minerales y mi lupa y por supuesto mi bot y la verdad tuve una muy buena recepción”.
¿Dónde imaginás que podría usarse: minería, educación, turismo?, le consultamos desde Energía 360. Respondió: “Me gustaría que pueda aplicarse en las escuelas. Mi idea es cargar más datos y que pueda tener difusión en las escuelas primarias o en los últimos años de secundario para difundir la carrera”.
La motivación para estudiar Geología fue su papá. “Él trabajaba en una mina en Santa Cruz y desde chica ya tenía minerales que él me traía. Creo que estos cursos que lleva adelante el gobierno de Río Negro acercan mucho la minería a la gente. Abre muchas puertas, no sólo para quienes quieran estudiar la carrera sino también para quienes están buscando oportunidades de trabajo”.
¿Dónde te gustaría desarrollarte como geóloga?, le preguntamos. No dudó: “En una minera”.
Mientras avanza en su carrera, se prepara también para la última presentación en el marco de la Diplomatura el 7 de noviembre próximo. “Estamos trabajando en conjunto con unos compañeros en la presentación de informes de pozos petroleros pertenecientes a Río Negro, cómo creció, la cantidad de empresas que vinieron a invertir”, adelantó.
En el tramo final de la nota, Paula dejó sus agradecimientos: a la Universidad de Buenos Aires (UBA) y al Gobierno de Río Negro (la propuesta educativa es posible a partir de un convenio), a las profesoras por su paciencia y dedicación, a las de la UNRN que comparten su conocimiento, por su forma de enseñar y su compromiso. “Demuestran que las mujeres tenemos un lugar fundamental en la ciencia, la tecnología y la educación. Gracias a ellas entendí que cuando una mujer enseña, guía o motiva a otra mujer no sólo transmiten saberes sino que también abren caminos”, finalizó.




