Shell aclaró que solo participó en pre-FEED y que sigue explorando opciones de GNL con YPF. Con ese movimiento, el esquema Argentina LNG 1-2-3 se reordena en tiempos y prioridades, con Southern Energy liderando el arranque más visible y el bloque YPF-ENI-ADNOC/XRG tomando centralidad en el siguiente tramo.
El programa de exportación de gas natural licuado (GNL) que impulsa YPF volvió a moverse y obliga a ordenar la película sin exageraciones. La decisión de Shell no debe leerse como una salida del GNL argentino en general ni como una ruptura con YPF. La compañía fue explícita en su mensaje: decidió no avanzar con la fase inicial del proyecto, en la que inicialmente solo participó en pre-FEED y ratificó que continúa considerando a Argentina como un mercado atractivo para la exportación de GNL. En ese marco, también confirmó que sigue explorando opciones de expansión junto a YPF.
Esa aclaración no es un detalle; cambia el encuadre. No es un portazo: es un “no” a esta configuración inicial.
Para entender qué sucede ahora, hay que recordar cómo se comunicó el plan. Horacio Marín diferenció el programa como Argentina LNG 1, 2 y 3 para ordenar, de manera cronológica y simple, distintos carriles con socios diferentes que apuntaban al mismo objetivo: sacar gas de Vaca Muerta y convertirlo en exportaciones, con Río Negro como plataforma clave. En esa lógica, Petronas había sido la socia estratégica original. Luego, en diciembre de 2024, Shell fue anunciada como la compañía que entraba para ocupar ese casillero y avanzar junto a YPF en lo que el mercado entendió rápidamente como Argentina LNG 2.
Mientras ese carril se terminaba de diseñar, otro avanzó con más velocidad y mayor visibilidad operativa: el proyecto de GNL flotante del consorcio Southern Energy S.A, una asociación de empresas orientada al desarrollo FLNG frente a la costa rionegrina. Esa iniciativa terminó consolidándose como la vía más tangible del arranque exportador de corto plazo, con una estrategia modular que busca poner en marcha capacidad exportadora y luego escalar.
Con la decisión de Shell de no avanzar más allá del pre-FEED, el orden temporal del 1-2-3 se reacomoda. El casillero pensado como Argentina LNG 2 queda en revisión y, en términos prácticos de cronograma, el desarrollo de mayor escala que originalmente se presentaba como Argentina LNG 3 (primero con ENI y luego ampliado con ADNOC/XRG) pasa a convertirse en el siguiente gran paso del plan de YPF. No se trata de un cambio de nombre legal, sino de una reorganización del orden comunicacional y de prioridades que el propio mercado y los periodistas del sector adoptamos para explicar un programa complejo.
La foto por ahora es clara: Southern Energy sostiene el frente operativo más cercano del GNL en Río Negro; el bloque YPF-ENI-ADNOC/XRG se consolida como la apuesta de mayor volumen para el tramo siguiente; y el espacio que había sido anunciado con Shell queda abierto a una nueva definición de escala, socios y estrategia. El objetivo de fondo no cambia. Lo que cambia, otra vez, es el camino elegido para llegar.





