La distribuidora reclamó a la Secretaría de Energía más de $83.000 millones por compensaciones adeudadas del régimen de zonas frías y advirtió que la demora en los pagos impacta en su flujo financiero.
Camuzzi presentó un reclamo formal contra la Secretaría de Energía de la Nación, a cargo de María Tettamanti, por una deuda que supera los 83.000 millones de pesos vinculada al régimen de compensaciones por “zonas frías”. La información fue revelada por El Post Energético y refleja la tensión creciente entre las distribuidoras y el Estado nacional por los retrasos en los pagos que financian estos beneficios.
Según detalló la compañía, el monto exigido corresponde a los meses de mayo, junio y julio de 2025, además de los intereses generados por transferencias atrasadas que se arrastran desde octubre de 2024 hasta abril de 2025. El cálculo finaliza en una deuda de $75.181 millones en compensaciones principales y $8.303 millones en intereses, alcanzando un total de $83.485 millones, equivalentes a unos US$57 millones. En su presentación, Camuzzi advirtió que “los incumplimientos generan importantes costos financieros que no resultan recuperables” y que, de persistir, la situación podría comprometer la sostenibilidad de las operaciones.
El régimen de zonas frías funciona como un mecanismo de alivio para los hogares ubicados en regiones de bajas temperaturas, como la Patagonia, parte de la provincia de Buenos Aires y La Pampa. A través de este esquema, los usuarios reciben descuentos en sus facturas de gas natural, financiados con un recargo del 6,8% que pagan los consumidores del resto del país, cuyos fondos se administran en el Fondo Fiduciario para Subsidios de Consumos Residenciales de Gas. Sin embargo, en los últimos meses las transferencias del Estado no se realizaron en tiempo y forma, generando tensiones con las empresas.
En este marco, el CEO de Camuzzi, Hernán Pardo, cuestionó públicamente la actual delimitación geográfica del beneficio. Según advirtió, el esquema actual puede resultar injusto para las compañías que operan en las zonas de mayor rigor climático, ya que no se tienen en cuenta las diferencias entre provincias con condiciones extremas y otras que ingresaron al régimen con climas menos severos.

El reclamo se da en un contexto de fuertes aumentos tarifarios para los usuarios. Desde la asunción del gobierno de Javier Milei, las tarifas de Camuzzi acumulan una suba del 577%, a la que se sumó recientemente un 43% adicional autorizado en la Revisión Tarifaria Quinquenal (RTQ). Pese a estas actualizaciones, la empresa insiste en que los atrasos en el financiamiento estatal erosionan su flujo de fondos y obligan a afrontar costos financieros extraordinarios.
El caso de Camuzzi vuelve a poner en agenda el debate sobre la sostenibilidad del esquema de subsidios en la Argentina: mientras los usuarios de zonas frías se benefician con descuentos, las distribuidoras advierten que las demoras del Estado trasladan el peso financiero a las empresas, en un sector que ya atraviesa un delicado equilibrio entre ingresos tarifarios, costos operativos y presión de inversiones.
