El despacho del primer cargamento de gas natural licuado desde la terminal LNG Canada, operada por Shell, representa un paso estratégico que anticipa lo que podría ocurrir en Argentina si se consolidan las inversiones en infraestructura energética.
El primer cargamento de GNL desde la costa oeste de Canadá ya navega hacia su destino. Shell, operadora principal del proyecto LNG Canada, confirmó el despacho inaugural desde la planta de licuefacción de Kitimat, en la provincia de Columbia Británica. Es un acontecimiento clave no solo para el país norteamericano, sino también para la industria global, en un contexto donde la seguridad energética y la diversificación de orígenes cobra cada vez más relevancia.
Con una capacidad instalada de 14 millones de toneladas anuales, la terminal de LNG Canada abre un nuevo canal de abastecimiento para los mercados asiáticos, consolidando una visión largamente trabajada desde la aprobación del proyecto en 2018. En paralelo, Argentina avanza con un esquema similar: el proyecto de GNL previsto para desarrollarse desde Punta Colorada, en la provincia de Río Negro, estima una capacidad exportadora total de hasta 15 millones de toneladas anuales, según proyecciones de YPF. Si se concreta, permitiría igualar —y eventualmente superar— los volúmenes que hoy inaugura Canadá desde su costa oeste.

Lo que hoy Canadá celebra, podría estar en el horizonte inmediato de Argentina si se avanza con decisión en la infraestructura necesaria para transformar el potencial de Vaca Muerta en exportaciones concretas. Y Río Negro, con el puerto de Punta Colorada y el rol que viene ganando en materia logística y energética, será una de las claves de esa transformación.
Shell, que lidera el consorcio junto a Petronas, PetroChina, Mitsubishi y Korea Gas, destacó que este primer embarque representa “un nuevo capítulo” en la estrategia de suministro energético a largo plazo. El proyecto, además, fue diseñado bajo estándares de eficiencia energética que permiten operar con niveles de emisión significativamente por debajo del promedio mundial para plantas de GNL. Esta mirada sustentable, junto con la planificación anticipada de la logística portuaria y ferroviaria, también son elementos que Argentina ya empieza a considerar en proyectos como el gasoducto Vaca Muerta Sur y las plantas de licuefacción proyectadas en la Patagonia.
Mientras Canadá inaugura su presencia como exportador de GNL desde el Pacífico, Argentina se prepara para dar un paso similar desde el Atlántico Sur, con proyectos en marcha que apuntan a transformar su potencial energético en una plataforma exportadora de escala global.
El primer buque partió. Y aunque esté a miles de kilómetros, deja una estela que bien podría seguirse desde las costas rionegrinas.