La declaración del ministro Luis Caputo refuerza el protagonismo de la energía y la minería en el nuevo mapa exportador argentino, con respaldo en datos oficiales y un horizonte de transformación estructural.
El ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, afirmó que Argentina alcanzará un saldo exportador de 50.000 millones de dólares entre los sectores de energía y minería en el plazo de seis años, duplicando los aportes históricos del agro. La declaración fue publicada en su cuenta oficial de la red social X, donde sostuvo: “En seis años, entre Energía y Minería vamos a tener un saldo exportador equivalente a dos veces el del agro. Casi 50 mil millones de dólares.”
El dato cobra relevancia al considerar que el complejo agroexportador argentino —tradicionalmente el principal generador de divisas— registró en 2023 exportaciones cercanas a los 25.000 millones de dólares. La afirmación del titular del Palacio de Hacienda busca consolidar la visión de que el país está transitando una transformación estructural de su matriz productiva, con Vaca Muerta, el gas natural licuado (GNL) y la minería como motores del nuevo ciclo de desarrollo exportador.

Esta proyección se apoya en cifras concretas. Según datos difundidos por la Secretaría de Energía de la Nación, el primer semestre de 2025 cerró con un superávit energético de 3.761 millones de dólares, el más alto de los últimos 35 años. Este resultado se explicó por un incremento interanual del 10,8 % en las exportaciones de energía y una caída del 23,6 % en las importaciones del sector, en un contexto de mayor autoabastecimiento impulsado por la producción de Vaca Muerta.
Por su parte, el sector minero también muestra una tendencia creciente. En lo que va del año, las exportaciones mineras ya superan los 2.800 millones de dólares y se espera que al cierre de 2025 alcancen los 5.000 millones, impulsadas principalmente por el litio, el oro, la plata y la producción de minerales no metalíferos como la diatomita y el carbonato de sodio. Las provincias de Catamarca, San Juan, Salta, Jujuy y Río Negro concentran los principales proyectos.
El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), recientemente reglamentado por el Gobierno Nacional, apunta a facilitar el ingreso de capitales para infraestructura energética, nuevos polos mineros y proyectos de exportación a gran escala. En este contexto, la Patagonia se proyecta como un eje estratégico para consolidar esta nueva matriz: el oleoducto Vaca Muerta Sur, la planta de GNL en el Golfo San Matías, la producción de arenas de fractura, los desarrollos mineros como Calcatreu o el clúster de energías renovables en la región son parte de esta visión a largo plazo.
El desafío que se abre ahora no es sólo sostener estos niveles de producción y exportación, sino garantizar las condiciones institucionales, regulatorias y sociales para que el potencial se traduzca en desarrollo real. Caputo plantea un objetivo ambicioso, pero anclado en una realidad que ya comenzó a cambiar el perfil exportador del país.