La petrolera Aconcagua Energía informó a la CNV que negocia un acuerdo con Tango Energy, la firma liderada por el exCEO de YPF, Pablo Iuliano. El plan prevé una capitalización de 36 millones de dólares, un cambio de control accionario y una nueva conducción ejecutiva, supeditados a la reestructuración del 90% de su deuda.
La petrolera Aconcagua Energía oficializó que el exCEO de YPF, Pablo Iuliano, está en vías de asumir el control de la compañía. El proceso fue comunicado a través de distintos informes enviados a la Comisión Nacional de Valores (CNV), como parte del plan integral de reestructuración financiera que impulsa la firma.
El domingo 13 de julio, Aconcagua informó a la CNV que se encontraba negociando una reestructuración de pasivos financieros y comerciales, que incluía la posibilidad de un cambio de control. Cuatro días más tarde, ayer jueves 18 de julio, presentó un nuevo informe donde precisó que el ingreso de capital se haría a través de Tango Energy SAU, una sociedad creada por Pablo Iuliano, que aportará 36 millones de dólares y tomará el 90% del paquete accionario de Aconcagua, con el compromiso de designarlo como nuevo CEO.
El acuerdo está sujeto al cumplimiento de una condición clave: que al menos el 90% de los acreedores adhieran al plan de reestructuración de deuda, estimada en más de 400 millones de dólares. Si se alcanza ese umbral, se activará la capitalización, el cambio de control y el inicio de una nueva etapa para la petrolera.
Tango Energy está co-controlada por AR Energy Resources SA (vinculada a Trafigura Argentina) y Vista Energy Argentina (del exYPF Miguel Galuccio), que además figuran como principales acreedores de Aconcagua. El movimiento se presenta así como una maniobra combinada de rescate y reorganización, con capital fresco, cambios de gobernanza y un nuevo liderazgo operativo.

El ingreso de Iuliano marcaría un giro estratégico para una empresa que enfrentó serias dificultades financieras, entre ellas el fracaso en la colocación de deuda en Nueva York, que derivó en un default técnico y la necesidad urgente de reestructurar sus obligaciones.
Aconcagua anticipó que el capital aportado será utilizado para fortalecer el patrimonio, garantizar la continuidad operativa y definir una estrategia de crecimiento sostenible. El plan financiero prevé la emisión de nuevas obligaciones negociables, mecanismos de cash sweep y condiciones específicas para bonistas, incluyendo períodos de gracia de hasta cinco años.
En caso de concretarse la operación, se abrirá una nueva etapa para la compañía, que pasará a estar controlada por un ejecutivo con sólida experiencia en la industria energética nacional, y respaldada por dos jugadores de peso como Vista y Trafigura. Aconcagua tiene operaciones activas en la Cuenca Neuquina, con presencia en áreas productivas de Río Negro y Neuquén, lo que convierte esta transición en una noticia de alto impacto para la región patagónica.