La firma de Emiliano Kargieman, socia de OpenAI en Argentina, planea iniciar obras en 2026 y activar centros de datos en la Patagonia un año después, con energía renovable contratada y posible inscripción al RIGI.
Sur Energy confirmó que proyecta comenzar en 2026 la construcción de centros de datos en la Patagonia argentina y ponerlos en operación en 2027, en alianza comercial con OpenAI como comprador de cómputo (“off taker”).
El anuncio, realizado por su fundador y CEO, Emiliano Kargieman, durante el foro anual de Abeceb, se inscribe en un plan de inversión por US$25.000 millones para posicionar al país como polo regional de infraestructura para inteligencia artificial.
La compañía ya firmó acuerdos de abastecimiento eléctrico con Genneia y Central Puerto para garantizar energía de fuentes renovables, un pilar crítico para la operación de data centers de alta demanda. Kargieman señaló que la alineación geopolítica con Estados Unidos y el marco del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) facilitaron el avance, y anticipó que Sur Energy planea presentar su inscripción al régimen a inicios de 2026.
Si bien el comunicado original menciona a la Patagonia como región objetivo, la empresa evalúa localizaciones en Neuquén, Río Negro y Chubut, en función de la infraestructura eléctrica disponible y la cercanía a áreas urbanas. En la fase de construcción, el proyecto demandaría más de mil empleos y, ya en operación, cerca de un centenar de puestos altamente calificados.
El movimiento de Sur Energy ocurre en un contexto global donde las compañías de IA buscan acercar los centros de datos a los clientes y diversificar su huella fuera de los hubs tradicionales. “Nos movimos rápido para posicionar a Argentina como el primero de estos”, dijo Kargieman, quien también fundó la fabricante de satélites Satellogic, al destacar que OpenAI “nos creyó” en la apuesta por un clúster patagónico respaldado por energías limpias.
De materializarse en los plazos previstos, 2026 será el año bisagra para el inicio de obras y 2027 marcará el encendido, con contratos de energía verde ya encaminados y un esquema de incentivos que busca dar previsibilidad a inversiones de gran escala. Para la Patagonia y, en particular, para provincias como Río Negro y Neuquén, el proyecto abre una ventana de diversificación productiva que combina infraestructura digital, empleo calificado y demanda creciente de renovables.





