En la Argentina de la transición energética, los datos del empleo formal dibujan un mapa desigual. La energía existe: lo que falta es decisión territorial para convertirla en derecho.
Mientras Neuquén perfora el subsuelo y activa el empleo, en Río Negro el trabajo formal apenas logra abrirse paso entre los números. Según el Ministerio de Capital Humano, entre abril de 2024 y abril de 2025 el empleo asalariado formal en Argentina creció apenas un 0,05%, con sólo 3.504 nuevos puestos frente a una oferta laboral que aumenta en más de 200.000 personas.
Los datos oficiales revelan un país dividido:
*13 provincias aumentaron su cantidad de trabajadores registrados.
*11 provincias retrocedieron o quedaron estancadas.
Neuquén lidera con una suba del 3,7%, impulsada por el auge de Vaca Muerta y la industria hidrocarburífera. Le siguen Tierra del Fuego (3,4%), que se reconvierte desde lo fabril y el ensamblado, y San Juan (2,5%), traccionada por el flujo minero.
En cambio, Santa Cruz muestra una caída del 7,7%, asociada al retiro de inversiones de YPF, lo que implicó la pérdida de más de 4.400 empleos formales.
Río Negro exhibe un crecimiento del 0,02%: tan marginal que se vuelve invisible frente al aumento de la población económicamente activa. Y sin embargo, la provincia tiene proyectos estratégicos como Vaca Muerta Oil Sur.
En la recorrida que los gobernadores de Río Negro Alberto Weretilneck y de Neuquén Rolando Figueroa realizaron en la obra del oleoducto en Allen, se destacó que más de 1.500 trabajadores y trabajadoras de ambas provincias están involucrados en el proyecto, impulsando el empleo local y el movimiento económico en ambas provincias.
“En provincias más pequeñas, el dinamismo sectorial marca toda la diferencia”, explica Osvaldo Giordano, economista y titular del IERAL de la Fundación Mediterránea. Agustín Salvia, de la UCA, agrega: “El empleo formal crece donde hay boom económico, inmobiliario, minero o gasífero. No es magia: es inversión territorial.”
Las cifras son claras, pero también simbólicas. El mapa del empleo no sólo mide puestos: expone qué provincias logran activar su potencial y cuáles quedan al margen. En esta Argentina marcada por la transición energética, el trabajo formal debe dejar de ser una excepción y convertirse en prioridad política. Porque sin decisión territorial, la energía no alcanza.