En el Día de la Tierra, Río Negro muestra avances concretos en su transición energética: comunidades rurales acceden a energía renovable gracias a un plan provincial sostenido.
Cada 22 de abril, en el marco del Día Mundial de la Tierra, gobiernos, empresas y ciudadanía son convocados a actuar frente a la crisis climática. Este año, Naciones Unidas llamó a triplicar la generación de energías renovables hacia 2030, y en Río Negro esa meta ya comienza a traducirse en hechos.
La provincia impulsa un programa destinado a que todas las Comisiones de Fomento y parajes sin conexión a la red eléctrica convencional generen su propia energía a partir del sol. En las últimas semanas se habilitó el cuarto sistema operativo: el mini parque solar de Cañadón Chileno, que se suma a los ya instalados en Naupa Huen, Laguna Blanca y Pilquiniyeu del Limay.
Estos proyectos mejoran la calidad de vida, reducen el uso de combustibles fósiles y refuerzan la sustentabilidad ambiental. El plan, liderado por el gobernador Alberto Weretilneck, proyecta que para 2030, todos los parajes y comisiones cuenten con generación renovable. A la fecha, ya se alcanzó el 36% del objetivo: cuatro de once parajes cuentan con sistemas solares activos.
Las próximas etapas incluyen obras en Chacay Huarruca, Aguada Guzmán, Colan Conhue, Corralito, Ojos de Agua, Chipauquil y Pilquiniyeu, donde se avanza en diseño, financiamiento y ejecución.
“La transición energética no puede ser un eslogan: debe traducirse en acciones concretas que resuelvan problemas reales. Y en Río Negro eso está sucediendo”, destacaron desde el área de Generación Aislada de la Secretaría de Energía y Ambiente. La apuesta por las energías limpias también es una cuestión de justicia social, ya que permite garantizar el acceso equitativo a la energía en las zonas más aisladas de la provincia.