INVAP y la Comisión Nacional de Energía Nuclear de Brasil ingresaron en la recta final de la negociación para construir el Reactor Multipropósito Brasileiro (RMB) en Iperó (San Pablo). El proyecto,“primo hermano” del RA-10 argentino, apunta al autoabastecimiento de radioisótopos médicos como Mo-99 y Lu-177, con una inversión estimada de US$ 500 millones para el reactor y un plazo de obra de cinco años.
(Bariloche / Iperó) INVAP confirmó que avanza hacia la firma del contrato de ingeniería, provisión y construcción (EPC) del complejo que alojará al RMB, tras un Memorando de Entendimiento (MoU) suscripto en septiembre con la autoridad nuclear brasileña (CNEN).
El alcance incluye laboratorios, infraestructura operativa y soporte logístico alrededor del reactor, que se emplazará en Iperó, a unos 100 km de la ciudad de San Pablo, en el entorno del Centro Industrial Nuclear de ARAMAR. La CNEN proyecta cinco años de obra y estima unos US$ 500 millones para el reactor, con obras civiles ya iniciadas en el sitio.

El RMB deriva del acuerdo argentino-brasileño de 2011 para desarrollar reactores de investigación multipropósito y, por diseño, es “primo hermano” del RA-10 que INVAP construye para la CNEA en Ezeiza: ambos son de 30 MW térmicos y comparten facilidades neutrónicas, de irradiación y servicios industriales como dopaje de silicio. En Argentina, la primera criticidad del RA-10 está prevista a fines de 2026 según lo informado este año por CNEA y fuentes especializadas.
Para Brasil, el RMB es estratégico: permitirá autoabastecer radioisótopos médicos, en especial molibdeno-99 (precursor del tecnecio-99m, clave en diagnósticos por imágenes), y habilitar la producción de lutecio-177 para aplicaciones terapéuticas, además de una veintena de isótopos por captura n-gamma. Documentación oficial de CNEN y antecedentes técnicos señalan ese objetivo sanitario-industrial desde el origen del programa.
El proyecto también robustece el posicionamiento internacional de INVAP en la cadena de isótopos: en Países Bajos, el reactor PALLAS, cuyo diseño proveyó la empresa rionegrina, inició formalmente construcción en 2025 para asegurar el suministro europeo de radioisótopos; la decisión contó con apoyo regulatorio y financiero de la UE y del gobierno neerlandés.
Según ejecutivos de INVAP, la ingeniería final del RMB presenta diferencias respecto del RA-10, por ejemplo en el combustible, que en Argentina fabrica CNEA y en Brasil proveerá su cadena local, y en la configuración de facilidades alrededor del núcleo. Un hito tecnológico es el tanque reflector, componente propietario que INVAP pretende también fabricar para el RMB, dada su incidencia en la performance del reactor.
En paralelo, Brasil viene reforzando su agenda de radioisótopos con acuerdos recientes y metas de autosuficiencia, en línea con el crecimiento global de la medicina nuclear. El emplazamiento de Iperó, próximo al polo tecnológico de ARAMAR, integra la dimensión civil (salud, industria, ciencia) con capacidades de I+D neutrónica.
En síntesis: el RMB consolida la diplomacia nuclear argentino-brasileña y abre una ventana de negocios y transferencia tecnológica con sello patagónico: INVAP como proveedor EPC, CNEA como socio de know-how en procesos críticos y una demanda regional de isótopos en expansión. Para Río Negro, cuya empresa de tecnología es accionista provincial, es una oportunidad directa de exportar alto valor agregado desde la Patagonia al principal mercado de Sudamérica.





