En exclusiva para Energía 360, la Secretaria de Ambiente y Cambio Climático Judith Jiménez detalla cómo se articula el crecimiento de Río Negro con la sostenibilidad ambiental, el monitoreo de grandes proyectos y la participación comunitaria.
En el marco del desarrollo de proyectos estratégicos que marcan el rumbo productivo y ambiental de Río Negro, Energía 360 accedió en exclusiva a las respuestas de la Secretaria de Ambiente y Cambio Climático, Judith Jiménez. Las declaraciones fueron brindadas por escrito a nuestro medio y abordan el rol de la Secretaría en la evaluación, articulación y seguimiento de iniciativas como VMOS, GNL y el proyecto minero Calcatreu.
A través de esta entrevista, la funcionaria detalla los criterios ambientales que guían su gestión, el trabajo conjunto con otras áreas del gobierno provincial, y la importancia de garantizar que el crecimiento vaya de la mano con la sostenibilidad y la participación comunitaria.
La Secretaría tiene como objetivo principal garantizar que todo proceso de infraestructura en la provincia se lleve adelante bajo criterios de sostenibilidad. Esto implica acompañar proyectos energéticos, productivos, turísticos e industriales desde su origen, asegurando el cumplimiento de la normativa ambiental, la realización de evaluaciones de impacto y la implementación de medidas de mitigación, compensación y monitoreo. “En definitiva, la Secretaría actúa como autoridad de aplicación y como promotora de un desarrollo equilibrado. La inversión y el progreso deben convivir con la protección de los recursos naturales y el bienestar de las comunidades”, remarcó Jiménez.
¿Cómo se articula el trabajo de la Secretaría con otras áreas del gobierno, como Energía o Producción?, le consultó Energía 360.
Jiménez respondió: “El trabajo se articula de manera permanente a través de una agenda interinstitucional que busca coordinar criterios y optimizar la gestión ambiental en cada etapa de los proyectos. La Secretaría interviene desde la fase de planificación, brindando asistencia técnica y ambiental a los ministerios de Producción, Energía, Obras Públicas y Turismo, entre otros. Esta articulación permite incorporar la variable ambiental en la toma de decisiones desde el inicio, fortaleciendo la transparencia de los procesos y promoviendo políticas públicas integradas, con una mirada común hacia la sostenibilidad y la adaptación al cambio climático”.
Al momento de mencionar los criterios ambientales que se priorizan al evaluar los proyectos de gran escala, señaló que los principales son la protección de los ecosistemas, la gestión responsable de los recursos hídricos, el manejo de residuos y efluentes, la preservación de la biodiversidad y la prevención de riesgos ambientales.
Además, se valora la incorporación de tecnologías limpias y eficientes, la planificación territorial adecuada y la participación de las comunidades locales durante el proceso de evaluación.
Cada proyecto es analizado de manera integral mediante los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) y su correspondiente audiencia pública, herramientas fundamentales para garantizar que el desarrollo se realice bajo parámetros técnicos y sociales sólidos.
Agregó que “una vez aprobados los proyectos, la Secretaría implementa monitoreos y fiscalización ambiental continuos, con inspecciones técnicas periódicas, control de indicadores y análisis de cumplimiento de las medidas establecidas en la Declaración de Impacto Ambiental”.
Este seguimiento se complementa con instancias de participación comunitaria, especialmente a través del acceso público a la información ambiental, los informes de avance y los mecanismos de denuncia o consulta ciudadana. “La transparencia y la trazabilidad de la información son claves para fortalecer la confianza social y la corresponsabilidad en el cuidado del ambiente”, explicó Jiménez.
Respecto a los grandes proyectos en marcha, como VMOS, GNL y Calcatreu, Jiménez afirmó que el desafío es consolidar una provincia que crece con conciencia ambiental y planificación a largo plazo.
Cada iniciativa debe cumplir con evaluaciones rigurosas, planes de manejo y medidas de compensación. Además, se incorporan criterios de cambio climático en la planificación provincial, articulando con municipios, empresas y comunidades. “El desarrollo sostenible con equilibrio territorial es el principio que guía nuestra gestión. Esto implica promover el crecimiento económico sin comprometer los recursos naturales ni la calidad de vida de las futuras generaciones”, concluyó.




