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Crónicas de la Energía

La primera mina de Río Negro: Sierra Grande, entre túneles subterráneos y sueños inconclusos

September 7, 2025
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En la cartografía productiva de Río Negro, hay un lugar que marcó el inicio de la gran minería metalífera: Sierra Grande. Allí, bajo la estepa árida del sureste provincial, se excavaron los túneles subterráneos más extensos de Sudamérica para la extracción de hierro, y se forjó un capítulo decisivo de la historia industrial argentina.

Sierra Grande. 08.08.2024 Foto Maxi Failla

La historia comienza en los años 40, cuando técnicos de la Dirección General de Fabricaciones Militares identificaron un enorme yacimiento ferrífero en la zona. Durante dos décadas, el hierro de Sierra Grande fue un proyecto latente, estudiado por geólogos y deseado por la industria siderúrgica nacional. Fue recién en 1969, durante la presidencia de facto de Juan Carlos Onganía, con la creación de Hierro Patagónico Sociedad Anónima Minera (HIPASAM), que aquel sueño empezó a convertirse en realidad. El Estado nacional se hizo cargo de una inversión inédita para la época, con el objetivo de garantizar insumos a la industria del acero y proyectar soberanía productiva desde la Patagonia.

El presidente de facto Juan Carlos Onganía asumió el poder en la Argentina el 29 de junio de 1966, tras el golpe militar que derrocó al presidente Arturo Illia. (1966/1970)

La magnitud de la obra sorprende aún hoy: 96 kilómetros de galerías excavadas, algunas a 480 metros de profundidad, y un movimiento laboral que llegó a emplear a 1.350 trabajadores de manera directa. A fines de los 70, la producción alcanzaba el millón de toneladas de hierro por año. Sierra Grande no era solo una mina: era un polo de desarrollo que impulsó el crecimiento poblacional hasta superar los 20.000 habitantes. Hospitales, escuelas, clubes y barrios completos surgieron al calor de un mineral que parecía inagotable.

Pero el hierro también tuvo su reverso. La volatilidad de los precios internacionales, la dependencia de un solo comprador —SOMISA (Sociedad Mixta Siderurgia Argentina), la gran empresa estatal que producía acero en San Nicolás— y la falta de diversificación hicieron que, con la crisis de los 80 y las políticas de apertura de los 90, el proyecto se viniera abajo. En 1992, HIPASAM cerró sus puertas bajo el gobierno de Carlos Menem, y un pueblo entero quedó desamparado. La provincia, con Horacio Massaccesi como gobernador, intentó sostener la actividad bajo el nombre de HIPARSA (Hierro Patagónico Rionegrino Sociedad Anónima), pero los recursos no alcanzaban para mantener una explotación de esa escala.

Horacio Massaccesi gobernó Río Negro desde el 10 de diciembre de 1987 hasta el 10 de diciembre de 1995.

¿Qué fue SOMISA?

La Sociedad Mixta Siderurgia Argentina (SOMISA) fue creada en 1947, durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón, como empresa estatal estratégica para impulsar la producción nacional de acero.

  • Su planta principal estaba en San Nicolás de los Arroyos (Buenos Aires), que sigue en operación hasta hoy.
  • Fue la mayor consumidora del hierro extraído en Sierra Grande, destinado casi en su totalidad a alimentar su producción de acero.
  • SOMISA fue clave para la industrialización argentina, abasteciendo a la construcción, la industria automotriz, naval y ferroviaria.
  • En los años 90 fue privatizada y absorbida por el Grupo Techint, que la convirtió en Siderar y luego en Ternium Argentina, nombre con el que opera actualmente.

Aunque la planta continúa produciendo acero, el nombre SOMISA quedó en la historia como símbolo de la etapa estatal de la siderurgia argentina.


El nuevo milenio trajo otra etapa: la privatización. En 2004, la mina pasó a manos de capitales extranjeros y en 2006 fue adquirida por la China Metallurgical Group Corporation (MCC). La expectativa era revivir el gigante dormido, pero lo que volvió no fue la mina subterránea, sino una explotación mucho más acotada.

En la actualidad, Sierra Grande produce concentrado de hierro húmedo, que se transporta desde el yacimiento a través de un ferroducto de 32 kilómetros hasta el muelle de Punta Colorada, donde se embarca en buques de ultramar. Desde allí, el mineral se exporta principalmente a China, y en ocasiones también a Estados Unidos y Australia. Ya no hay fundiciones ni industria siderúrgica asociada: el hierro rionegrino recorre miles de kilómetros para transformarse en acero en otras latitudes.

La mina que alguna vez fue símbolo de integración territorial y orgullo industrial, en 2025 es recordada como un legado de contrastes: por un lado, la organización obrera, la capacidad técnica argentina y el rol del Estado para construir desarrollo; por otro, la dependencia de un único comprador como SOMISA, la vulnerabilidad frente al mercado global y el abandono tras el cierre.

Sierra Grande sigue en pie. Sus túneles permanecen bajo la tierra, testigos silenciosos de una época en la que Río Negro soñó con ser siderúrgico.

Trabajadores Mineros de Sierra Grande después de una jornada agotadora de trabajo.

La primera mina de Río Negro no fue solo un proyecto productivo: fue una apuesta cultural, social y económica que marcó a toda una generación. Y aunque su presente ya no tiene la fuerza de aquellos años de esplendor, su historia se convirtió en una crónica viva sobre la energía, el trabajo y la identidad de la provincia.

Hoy, Sierra Grande busca redefinirse. Del hierro al petróleo y al gas, la ciudad se prepara para un nuevo capítulo: convertirse en la puerta de salida del crudo de Vaca Muerta y del futuro GNL argentino. Aquella época minera que marcó su identidad puede transformarse ahora en una nueva etapa de protagonismo energético, con un destino renovado que combina tradición, adaptación y oportunidades de desarrollo.

Muelle de Punta Colorada.

El presente de Sierra Grande ya te lo estamos contando en E360: de una ciudad minera a, en un futuro no muy lejano, exportadora de gas y petróleo. Una ciudad que después de muchos años vuelve a sentir esperanza y está viendo que lo que ocurre no son promesas, sino que esos sueños inconclusos se están volviendo realidad.


Línea de tiempo: Sierra Grande en perspectiva

  • Década de 1940 → Descubrimiento de los yacimientos por la Dirección General de Fabricaciones Militares.
  • 1969 → Creación de HIPASAM durante la presidencia de facto de Juan Carlos Onganía.
  • Años 70–80 → Apogeo: 96 km de galerías, 1 millón de toneladas anuales, 1.350 trabajadores, 20.000 habitantes. El hierro abastecía principalmente a SOMISA.
  • 1992 → Cierre de HIPASAM. El gobernador Horacio Massaccesi impulsa la creación de HIPARSA.
  • 2004 → Privatización y venta a capitales extranjeros.
  • 2006 → La empresa china MCC adquiere el 70 % del yacimiento.
  • 2025 → Producción de concentrado de hierro húmedo, exportado desde Punta Colorada hacia China, EE.UU. y Australia. La ciudad se reconvierte en enclave energético con proyectos de petróleo y gas.

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