En una entrevista con Eduardo Feinmann, el presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, ratificó que el nuevo proyecto de GNL junto a Shell no solo reemplaza al esquema inicial con Petronas, sino que lo amplía en escala, tecnología y alcance: desde el upstream en Vaca Muerta hasta el downstream internacional. El plan contempla 30 millones de toneladas por año y liquefacción offshore con unidades flotantes.
El proyecto de exportación de Gas Natural Licuado (GNL) que impulsa YPF junto a Shell continúa tomando forma y proyección internacional. En una entrevista con Eduardo Feinmann en Radio Mitre, el presidente y CEO de la petrolera de mayoría estatal, Horacio Marín, ofreció definiciones clave sobre la magnitud del nuevo desarrollo, su integración vertical y los recursos tecnológicos que lo sostendrán.
“Con Petronas se estaba haciendo un proyecto de 5 millones de toneladas. El nuevo proyecto es mucho más grande: son 30 millones de toneladas”, confirmó Marín, comparando el plan inicial con el actual esquema conjunto con Shell.
El presidente de YPF precisó que el acuerdo con Shell incluye participación en toda la cadena de valor, desde la producción en Vaca Muerta (upstream), el transporte del gas (midstream), su licuefacción en unidades flotantes (liquefaction offshore) y la comercialización internacional del GNL (downstream).
“Shell, dentro de los acuerdos, va a ser nuestro socio en toda la cadena. En los pozos, en los caños, en la planta y en la venta del GNL”, detalló Marín.
Este modelo de desarrollo integrado —de pozo a puerto— apunta a maximizar el control operativo, optimizar la eficiencia logística y ofrecer previsibilidad a los mercados compradores. A diferencia del proyecto original que preveía una planta en tierra en Sierra Grande, la nueva estrategia utilizará buques flotantes (FLNG units) para la licuefacción, reduciendo significativamente los plazos de ejecución y costos de infraestructura.
“Los tiempos son mucho más rápidos que los de una planta terrestre y son todos llave en mano, donde sabés exactamente lo que te va a costar”, explicó Marín.
Tecnología de última generación y operación en tiempo real
Uno de los ejes que también destacó Marín en la entrevista fue el nivel tecnológico con el que trabaja hoy YPF en sus desarrollos no convencionales. Detalló que desde la torre ubicada en Puerto Madero se realiza el monitoreo en tiempo real de los pozos en Vaca Muerta utilizando conectividad satelital (Starlink), captura de más de 35 millones de datos por pozo, e implementación de inteligencia artificial (IA) para la toma de decisiones operativas.
“Es una forma nueva de trabajar que tienen las compañías de lead como ExxonMobil o Shell. Nuestros ingenieros operan en tiempo real, sin tener que estar físicamente en el yacimiento”, explicó Marín.
De Argentina al mundo: una apuesta geopolítica
Con este esquema, YPF y Shell apuntan a posicionar a Argentina como un proveedor estructural de GNL en el mercado global. El proyecto busca convertir a Vaca Muerta en una fuente competitiva y sustentable de energía, orientada especialmente a mercados en Europa y Asia que buscan reemplazar el gas ruso con proveedores confiables.
El objetivo de producir 30 Mtpa (millones de toneladas por año) pondría al país en un rango similar al de productores consolidados como Nigeria, Omán o Egipto, y marcaría un salto cualitativo respecto a los actuales niveles de exportación de hidrocarburos líquidos.