En el 12° Congreso de Economía Regional, el Presidente anunció que enviará al Congreso un proyecto para modificar la Ley de Glaciares y habilitar que cada provincia delimite su ambiente periglaciar. Atribuyó la idea al gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, y la vinculó con un fuerte impulso a las inversiones mineras.
En medio del debate por el futuro de la minería metalífera en la cordillera, el presidente Javier Milei adelantó que enviará al Congreso un proyecto para modificar la Ley de Protección de Glaciares. El eje del cambio será permitir que sean las provincias las que definan qué se entiende por “ambiente periglaciar”, una de las categorías clave que hoy limita la exploración y explotación minera en zonas de alta montaña.
El anuncio se produjo durante el 12° Congreso de Economía Regional, realizado en Corrientes. Allí, Milei volvió a presentar a la minería como uno de los sectores con mayor potencial para generar divisas y empleo. Comparó la situación de Argentina con la de Chile, que exporta alrededor de 50.000 millones de dólares anuales en cobre, y sostuvo que el país está “subutilizando” su cordillera, con capacidad para multiplicar varias veces sus exportaciones mineras si se liberan proyectos hoy frenados por la normativa ambiental.
Según explicó, la definición actual de ambiente periglaciar, incluida en la Ley 26.639 de Presupuestos Mínimos para la Preservación de los Glaciares y del Ambiente Periglacial, actúa como un límite directo para la actividad minera e hidrocarburífera, ya que en esas áreas la ley prohíbe este tipo de desarrollos. El inventario y la delimitación de esas zonas está hoy a cargo del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA), bajo la órbita del Ministerio de Ambiente de la Nación.
Milei planteó que el nuevo proyecto “devuelve el federalismo” al dejar en manos de cada jurisdicción la decisión sobre qué zonas se considerarán periglaciares dentro de su territorio. En la práctica, esa redefinición podría abrir la puerta a la reactivación o avance de yacimientos de cobre, oro, litio y otros minerales ubicados en áreas hoy alcanzadas por la protección de la Ley de Glaciares.
En su discurso, el Presidente también apuntó contra los sectores ambientalistas que defienden el esquema vigente, a quienes acusó de preferir “no tocar nada” aunque eso implique renunciar a oportunidades económicas. Desde la sanción de la Ley de Glaciares, organizaciones socioambientales han reivindicado la norma como un piso de protección para reservas estratégicas de agua en un contexto de cambio climático y avance de la frontera extractiva.
Un dato político que Milei destacó fue el origen de la iniciativa: aseguró que la propuesta de que las provincias delimiten su ambiente periglaciar fue impulsada por el gobernador mendocino Alfredo Cornejo, uno de los mandatarios que viene reclamando una flexibilización de la normativa para destrabar proyectos metalíferos en su provincia.
El Presidente también mencionó al canciller Pablo Quirno y a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, como los funcionarios que lideraron el “road show minero” con inversores internacionales y que, según señaló, estarán directamente vinculados con la llegada de nuevos anuncios de inversión en el sector.
La iniciativa para reescribir la Ley de Glaciares se suma así a la agenda de reformas estructurales que el Gobierno busca discutir en el Congreso, y reabre una discusión sensible: hasta dónde puede flexibilizarse el marco de protección de glaciares y ambientes periglaciares sin comprometer reservas hídricas clave para las cuencas cordilleranas y para las comunidades que dependen de ellas aguas abajo.





