La ronda se inició con los mandatarios de San Juan, Córdoba y Mendoza. Marcelo Orrego (San Juan) detalló que conversaron sobre «los granos, Vaca Muerta y la minería, en este contexto del abanico de oportunidades que da el mundo» y destacó que «la macro ha mejorado: hay estabilidad fiscal, seguridad jurídica, se eliminó el cepo y se implementó el RIGI”.
En una semana marcada por el reordenamiento político nacional, el designado Ministro del Interior, Diego Santilli, inició una ronda de reuniones con gobernadores de todo el país. El objetivo: construir consensos para avanzar con reformas estructurales que impulsen el desarrollo productivo, con foco en sectores estratégicos como la minería, el petróleo y el gas.
Durante los encuentros con los mandatarios de San Juan, Córdoba, Mendoza y otras provincias, Santilli destacó el rol clave de Vaca Muerta y la minería como motores de crecimiento. Los gobernadores coincidieron en la necesidad de potenciar estos sectores con reglas claras, infraestructura y un marco normativo que promueva inversiones sostenidas.
El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), parte del paquete de reformas que el Gobierno nacional busca reimpulsar, fue uno de los temas centrales. Aunque aún no se conocen los detalles finales del nuevo texto, los mandatarios expresaron su disposición a debatir herramientas que generen previsibilidad y competitividad, especialmente en regiones con potencial extractivo.
Las reuniones también abordaron la necesidad de un federalismo más activo, que contemple las particularidades de cada provincia. En este sentido, se discutieron obras de infraestructura, conectividad y marcos regulatorios que permitan que los recursos naturales se traduzcan en empleo, desarrollo local y divisas para el país.
En este escenario, los gobernadores de Río Negro y Neuquén aparecen como actores centrales. Neuquén, por su liderazgo en el desarrollo de Vaca Muerta, y Río Negro, por su potencial minero y energético, concentran expectativas sobre cómo se articularán las reformas con las realidades provinciales.
Una eventual convocatoria del Gobierno nacional a ambos mandatarios permitiría consolidar una agenda común en torno al RIGI y a la infraestructura necesaria para sostener inversiones de gran escala. La participación activa de estas provincias no solo reforzaría el federalismo productivo, sino que también daría señales de previsibilidad a los mercados y a las comunidades locales que esperan que los recursos naturales se traduzcan en empleo y desarrollo sostenible.




