Durante la 12° Jornadas de Energía del Alto Valle, Rolando Figueroa y Alberto Weretilneck marcaron una agenda común basada en la estabilidad institucional, el desarrollo de infraestructura, el federalismo energético y la necesidad de que la industria acompañe con inversiones sociales. Hubo fuertes cuestionamientos a la falta de respuestas del gobierno nacional.
Durante el cierre del panel “Desarrollo energético como motor de crecimiento” en la Ciudad de Neuquén, los mandatarios Rolando Figueroa (Neuquén) y Alberto Weretilneck (Río Negro) reflexionaron sobre el rumbo de Vaca Muerta y la necesaria coordinación de ambas provincias.
Figueroa afirmó: “Con la industria somos socios con diferentes objetivos. La industria busca ganar dinero; nosotros queremos crecer”, destacando la complementariedad entre inversión privada e impulso estatal. Además, subrayó la relevancia del federalismo: “Neuquén tiene que estar en la mesa cuando se discuten temas trascendentales para el país”.
Weretilneck, por su parte, dedicó especial atención a la estabilidad institucional como clave del desarrollo.
“Garantizaremos estabilidad política (…) lo peor para Vaca Muerta sería la judicialización”, sostuvo. También insistió en que el sector hidrocarburífero debe contribuir con obras estratégicas: “Hay que transmitir que se va a cuidar el golfo (San Matías) y colaborar con rutas, hospitales y escuelas.
Ambos mandatarios manifestaron su descontento con la gestión nacional. Figueroa fue crítico e hizo público que estan sufriendo una pérdida de regalías: “Neuquén recibe muchos menos de lo que genera”; Weretilneck cuestionó el abandono de rutas nacionales como la 22 y la 151.
En materia educativa y de infraestructura, Figueroa destacó que Neuquén construye nueve escuelas técnicas, con una inversión estimada en 14 millones de dólares por establecimiento.
Weretilneck explicó que en Río Negro avanza la perforación del segundo pozo junto a Phoenix, más el desarrollo en Cinco Saltos Norte con Capex y la expectativa por Pampa Energía, YPF y Petrobras.
Ambos acordaron que el futuro de Vaca Muerta pasará por una colaboración público-privada saludable y un modelo federal de gobernanza.
Para Figueroa, “Debemos ayudarnos mutuamente. Si la industria no puede operar, nosotros perdemos oportunidades de desarrollo”.
Weretilneck concluyó que la articulación entre las provincias y las inversiones constituye la “verdadera sinergia pública-privada”, que debe traducirse en empleos de calidad, innovación, infraestructura y mayor cohesión regional.