Se puso en marcha un oleoducto de 11 km y 14 pulgadas que conecta el troncal Allen-Puerto Rosales con la refinería de Trafigura en Bahía Blanca. La obra, con una inversión superior a los US$ 25 millones, mejora la confiabilidad del sistema y agrega una vía para abastecer el polo y exportar desde el Atlántico.
En un movimiento clave para el corredor petrolero neuquino, Oleoductos del Valle (Oldelval) y Trafigura inauguraron la derivación que vincula el sistema troncal con la refinería de Bahía Blanca. El nuevo tramo (de 11 kilómetros de extensión y 14 pulgadas de diámetro) se integra al tendido Allen-Puerto Rosales y permite derivar crudo directamente a las instalaciones industriales ubicadas en el área de Puerto Galván. Con esta conexión, el sistema gana flexibilidad operativa, reduce cuellos de botella y favorece la logística para embarques, en línea con el crecimiento de la producción de Vaca Muerta.
La inversión superó los US$ 25 millones y se ejecutó bajo estándares de seguridad, calidad y cuidado ambiental, con el objetivo de robustecer la confiabilidad del transporte y sumar una “nueva puerta” al Atlántico para el crudo neuquino. En paralelo, la obra complementa las ampliaciones recientes del sistema de Oldelval, como el programa Duplicar Norte, y consolida a Bahía Blanca como nodo energético para abastecer el mercado y programar cargas.
Para Neuquén y la Patagonia, el resultado es concreto: más capacidad para mover petróleo cuando la producción acelera, más margen para elegir destinos (refinación local o exportación) y un eslabón adicional que ordena la cadena desde los yacimientos hasta el mar. El anuncio se inscribe en un mapa de infraestructura que busca acompañar la curva de Vaca Muerta con obras modulares, integradas al parque industrial y portuario de Bahía Blanca.




