Blue Sky Uranium definió una inversión superior a US$195 millones para avanzar el proyecto Ivana, con 11 años de producción previstos, costos competitivos y un esquema de financiamiento “por etapas” junto a COAM.
Blue Sky Uranium comunicó que el proyecto de uranio y vanadio Ivana, ubicado en el distrito Amarillo Grande a pocos kilómetros de Valcheta (Río Negro), tendrá una inversión superior a US$195 millones para pasar de los estudios a la producción. La nota publicada por Minería & Desarrollo sintetiza los números centrales del caso base: 11 años de vida útil, una producción promedio de 1,5 millones de libras por año de concentrado de uranio (U₃O₈) y un costo total estimado de US$24,95 por libra, neto del crédito por vanadio. Además, reporta indicadores económicos positivos: valor actual neto de US$227,7 millones, tasa interna de retorno de 38,9% y repago en 1,9 años, bajo los supuestos de precio y costos utilizados en el estudio.
Para financiar el salto técnico, Blue Sky acordó con COAM (Abatare Spain) un esquema “por etapas”: primero, hasta US$35 millones para completar los estudios que lleven a factibilidad y, luego, la opción de aportar hasta US$160 millones para construcción y arranque; a cambio, COAM puede elevar su participación en el proyecto si cumple cada aporte. Este encuadre fue anunciado oficialmente por la empresa el 2 de diciembre de 2024 y luego validado en instancias societarias durante enero-marzo de 2025. En simple: el socio pone el capital y asume riesgo en cada fase; si avanza, sube su porcentaje.
Qué es Ivana, en qué etapa está y cuándo podría explotarse: Ivana es el depósito principal de Amarillo Grande, una mineralización somera (poco profunda) que permite diseños de mina simples y de bajo costo respecto de alternativas más complejas. Hoy el proyecto transita entre prefactibilidad y factibilidad: la empresa constituyó la sociedad operadora con su socio y programó para 2025 un plan de perforación y contratación de ingeniería para mejorar la certeza geológica, convertir recursos en reservas y definir el diseño de mina y planta. El inicio de la explotación no tiene una fecha cerrada: depende de cerrar la factibilidad, obtener permisos ambientales, asegurar el financiamiento de obra y adjudicar la construcción. Si esas etapas se cumplen en secuencia, el paso siguiente sería la construcción y, luego, el arranque productivo.
En un contexto de demanda creciente de energía nuclear a nivel global, la hoja de ruta de Blue Sky para Ivana (financiamiento por etapas, foco en costos y un diseño apoyado en mineralización de baja profundidad) posiciona a Río Negro con chances de incorporar producción local de uranio, con vanadio como coproducto, cuando el proyecto supere sus próximas instancias técnicas y regulatorias.




