El buque “MV Billion Star” arribó al Puerto de San Antonio Este con el primer cargamento de ductos del proyecto Argentina LNG. Es el puntapié de la etapa constructiva que unirá el gas de Vaca Muerta con los buques de licuefacción que operarán en el Golfo San Matías.
En el Puerto de San Antonio Este comenzó a tomar forma uno de los proyectos energéticos más ambiciosos de los próximos años. Ayer atracó el buque “MV Billion Star” con las primeras tuberías de gran porte que se utilizarán para construir los gasoductos que vincularán las áreas de compresión de gas en tierra con los dos buques de licuefacción de Southern Energy (SESA), la compañía integrada por PAE, YPF, Pampa Energía, Harbour Energy y Golar LNG.

Se trata del primer paso constructivo de la fase inicial del proyecto Argentina LNG, la iniciativa que busca posicionar a la Argentina como un nuevo proveedor de gas natural licuado (GNL) en el mercado mundial, aprovechando los vastos recursos de gas de Vaca Muerta.
Los materiales descargados permitirán montar un sistema integrado de 27 kilómetros de ductos. El esquema prevé:
- Un gasoducto onshore de 15 kilómetros, de 30 pulgadas de diámetro,
que se conectará con el Gasoducto San Martín, parte del sistema troncal de transporte de gas del país. - Dos gasoductos offshore de 6 kilómetros cada uno,
con diámetros de 20 y 24 pulgadas, cuya traza unirá la costa rionegrina con los dos buques de licuefacción de Golar LNG que operarán en el Golfo San Matías bajo operación de SESA: el “Hilli Episeyo”, con inicio de actividad previsto para septiembre de 2027, y el “MKII”, cuya entrada en operación se proyecta para el segundo semestre de 2028.
El “MV Billion Star” llegó con alrededor de 10.000 toneladas de acero, equivalentes a más de 2.200 unidades de ductos. La descarga, iniciada hoy, requiere una logística compleja y especializada, con participación de contratistas locales, empresas de ingeniería y compañías de transporte. El plan operativo prevé que el traslado de los caños al obrador se extienda hasta fines de enero de 2026.

Una vez concluida esa etapa, el cronograma contempla que la construcción del gasoducto onshore de 15 kilómetros comience en febrero de 2026, mientras que el tendido de los ductos offshore está programado para abril de 2026. Esas obras serán las encargadas de cerrar el circuito entre el sistema troncal de gas, la compresión en tierra y las unidades flotantes de licuefacción en el golfo rionegrino.
De cara a la segunda parte del proyecto, hacia mediados de 2028, el objetivo es que las dos unidades flotantes de licuefacción puedan operar durante todo el año. Para hacerlo posible, se prevé la construcción de un gasoducto dedicado, pensado específicamente para abastecer ese modo de operación continua, lo que consolidará una plataforma exportadora estable de GNL desde la costa de Río Negro.
En términos económicos, SESA proyecta una vida útil de 20 años para Argentina LNG y una inversión total superior a los USD 15.000 millones a lo largo de toda la cadena de valor. Ese volumen de capital, además de financiar la infraestructura de licuefacción y transporte, permitirá viabilizar inversiones adicionales de desarrollo en Vaca Muerta y elevar la actividad en el upstream, con más perforaciones, más producción de gas y mayor demanda de servicios asociados.
Entre el inicio de las operaciones, en 2027, y el año 2035, el proyecto prevé exportaciones por más de USD 20.000 millones, lo que representa una vía eficaz para monetizar los recursos de gas y una fuente de divisas genuina para la balanza externa del país.
El impacto también se medirá en el plano laboral y productivo. Durante la fase de construcción, se estima la creación de 1.900 empleos directos e indirectos, en su mayoría de origen local. En la etapa operativa, el diseño del proyecto contempla una alta participación de proveedores argentinos: cerca del 50% de los bienes y servicios requeridos serán aportados por empresas locales.

Además, SESA anuncia una política activa de desarrollo de proveedores, con el objetivo de ampliar el entramado de firmas nacionales que puedan integrarse a la cadena de valor de Argentina LNG y sumar más contenido local y valor agregado a un proyecto que busca convertir a Río Negro en una nueva puerta de salida del gas argentino hacia el mundo.






