La segunda edición del Curso de Etiquetado de Viviendas terminó con 38 profesionales certificados en todo el país, entre ellos cuatro rionegrinos que ahora podrán emitir la etiqueta de eficiencia energética y acompañar el camino hacia viviendas más eficientes y sostenibles.
La red de especialistas dedicados a evaluar la eficiencia energética de las viviendas volvió a crecer: el Gobierno de Río Negro informó que finalizó la segunda edición del Curso de Etiquetado de Viviendas con 38 nuevos profesionales certificados, que ya están en condiciones de sumarse al sistema nacional de etiquetadores energéticos.
La capacitación tuvo alcance federal, con participación de profesionales de distintas provincias y un fuerte anclaje en la Patagonia. Entre los aprobados hay cuatro rionegrinos, tres arquitectos y un ingeniero civil, que podrán trabajar en la emisión de etiquetas de eficiencia energética para viviendas en la provincia, de acuerdo con la normativa vigente. De esta manera se amplía el plantel de especialistas disponibles para acompañar proyectos de construcción, rehabilitación y mejora del parque habitacional rionegrino.
El curso se desarrolló a lo largo de nueve semanas de formación técnica intensiva, bajo modalidad virtual, con clases sincrónicas y materiales de estudio en plataforma. Los contenidos incluyeron el marco normativo, el cálculo del Índice de Prestaciones Energéticas (IPE) y los criterios que se utilizan para ubicar cada vivienda dentro de la escala de eficiencia que va de la letra A (máxima eficiencia) a la G (menor desempeño), en línea con los lineamientos del Programa Nacional de Etiquetado de Viviendas (PRONEV).
Desde la Secretaría de Energía y Ambiente de Río Negro destacaron que el egreso de esta nueva cohorte es un paso concreto para acercar la agenda de eficiencia energética al territorio. María del Carmen Rubio, directora de Regulación y Proyectos, subrayó que cada profesional formado es una herramienta más para promover viviendas más confortables, con menor consumo de energía y menor impacto ambiental, y remarcó que contar con una red ampliada de certificadores distribuidos en distintas provincias refuerza el carácter federal de la política.
Con estos 38 nuevos etiquetadores, la red provincial y nacional de certificadores energéticos suma capacidad para realizar diagnósticos, proponer mejoras y acompañar a familias, desarrolladores y municipios en la toma de decisiones. El objetivo de fondo es claro: avanzar hacia un parque edilicio más eficiente y sustentable, donde la información sobre el desempeño energético de las viviendas deje de ser un dato invisible y se convierta en un criterio central a la hora de diseñar, construir, comprar o alquilar una casa.





