El 17 de septiembre está previsto el arribo de un buque al Puerto de San Antonio Este con 7.800 toneladas de acero.
El cargamento será utilizado en la construcción de los tanques de almacenamiento de la futura terminal petrolera en Punta Colorada, Sierra Grande, y marcará el inicio concreto del megaproyecto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS).
La operación logística, representa el primer embarque de una serie de al menos cuatro barcos que traerán insumos estratégicos para la infraestructura portuaria y de almacenamiento. El material fue encargado a la compañía CB&I, especializada en grandes obras industriales y energéticas, y servirá como punto de partida para los trabajos que darán forma a la terminal de exportación sobre la costa atlántica rionegrina.
La construcción de los tanques es una de las obras más relevantes de esta etapa. Se trata de estructuras de gran escala, con capacidad de entre 50.000 y 100.000 metros cúbicos cada una, fabricadas en acero y montadas por tramos en el sitio. Estos tanques permitirán acopiar el crudo que llegará desde Vaca Muerta a través del oleoducto, homogeneizar su calidad antes de la exportación y garantizar un flujo estable para la carga en buques de gran porte. Además, estarán equipados con sistemas de seguridad ambiental, diques de contención y tecnología de control que evitan pérdidas o evaporación de hidrocarburos. Cada unidad funciona como un verdadero pulmón logístico para sostener el ritmo de exportación, y su construcción implica la preparación del terreno, el montaje de anillos de acero, la colocación de techos flotantes que reducen la evaporación y la instalación de sistemas de bombeo, tuberías y protección contra incendios.
Con este movimiento, Río Negro comienza a transformar en realidad un proyecto que trasciende lo provincial y se inscribe en la agenda nacional: un oleoducto de 470 kilómetros entre Allen, en el Alto Valle, y Punta Colorada, más una terminal marítima de exportación que posicionará a la provincia en el mapa global de la energía. El consorcio VMOS SA, integrado por YPF, Pan American Energy, Vista Energy, Pampa Energía, Pluspetrol, Chevron, Shell y GyP, prevé una inversión superior a los 1.000 millones de dólares en los próximos 13 años, con impacto directo en infraestructura, empleo y servicios.
El acuerdo que sustenta este desarrollo contempla compromisos que buscan fortalecer el arraigo local: 80% de mano de obra rionegrina, prioridad para proveedores locales, establecimiento de domicilio legal en la provincia y un programa de monitoreo ambiental permanente en el Golfo San Matías. Estos lineamientos garantizan que el megaproyecto no solo sea una salida de crudo hacia los mercados internacionales, sino también una palanca para el desarrollo económico y social de Río Negro.
La llegada del acero marcará un antes y un después para el Puerto de San Antonio Este, que hasta ahora estuvo vinculado principalmente a la pesca y al movimiento de cargas generales. Desde este mes se convertirá en la puerta de entrada de materiales estratégicos para la obra energética más ambiciosa de la provincia. Cada tonelada descargada simboliza que el proyecto dejó de ser un anuncio para convertirse en obra en marcha, consolidando a Río Negro como un actor clave en la infraestructura exportadora de Vaca Muerta.