Con el respaldo de BHP y Lundin Mining, el proyecto integra los yacimientos Josemaría y Filo del Sol y prevé una inversión de hasta USD 17.000 millones. Se perfila como uno de los distritos mineros de cobre, oro y plata más importantes del mundo, y buscará acogerse al RIGI.
San Juan se prepara para convertirse en epicentro de una de las operaciones mineras más ambiciosas del planeta. La creación de Vicuña Corp., sociedad conformada en partes iguales por BHP y Lundin Mining, unificó en un mismo plan de desarrollo a los yacimientos Josemaría y Filo del Sol, separados por apenas 10 kilómetros en plena cordillera. La magnitud de recursos y el potencial de expansión justifican una inversión estimada entre USD15.000 y USD17.000 millones, cifra que, de concretarse, marcará un hito en la historia de la inversión extranjera directa en Argentina.
El origen de este megaproyecto se remonta a la compra de Josemaría por parte de Lundin y la posterior incorporación de BHP como socio estratégico, una movida que no solo inyectó capital —más de USD2.100 millones en adquisiciones— sino que también sumó experiencia global en minería de gran escala. La integración de ambos depósitos permite optimizar infraestructura, logística y etapas de explotación, potenciando la rentabilidad desde los primeros años de operación.
La empresa ya confirmó que buscará adherirse al Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI) en los próximos meses, con la presentación formal prevista antes de fin de año. Según directivos de Vicuña Corp. este marco regulatorio es clave para equiparar las condiciones locales con las de países competidores como Chile y Perú, y sin él el proyecto no sería viable en la escala propuesta.
Los datos técnicos avalan el entusiasmo: Vicuña cuenta con recursos medidos e indicados por 13 millones de toneladas de cobre, 32 millones de onzas de oro y 659 millones de onzas de plata, a los que se suman volúmenes aún mayores en la categoría inferida. Núcleos de alta ley en Filo del Sol (606 millones de toneladas a 1,14 % CuEq) y Josemaría (196 millones de toneladas a 0,73 % CuEq) aseguran un perfil de producción robusto y sostenido. La mineralización permanece abierta en profundidad y en áreas adyacentes, lo que habilita futuras expansiones.
La planificación contempla iniciar la producción hacia 2030, con un procesamiento diario de 175.000 toneladas de mineral y una vida útil que podría superar los 25 años. El proyecto incluye compromisos en materia ambiental, manejo del agua y desarrollo comunitario, en línea con los estándares internacionales de la industria.