La producción de petróleo de Argentina alcanzó en septiembre de 2025 los 842 mil barriles por día (Mbbl/d), el mayor nivel del año, con un crecimiento interanual del 13,8% frente a septiembre de 2024, según datos de la Secretaría de Energía.
El avance consolida la tendencia alcista que se observa desde mediados de año y confirma a Vaca Muerta como principal motor del incremento, traccionada por mayores eficiencias operativas, pads de múltiples pozos y mejores rendimientos en las etapas de fractura y completación.
Tras un primer cuatrimestre de meseta, la curva mensual de 2025 mostró un repunte sostenido: julio y agosto ya habían insinuado el salto, y septiembre lo coronó con el volumen más alto del año. Este desempeño se apoyó en una operatividad más continua, menor tiempo no productivo y una logística que, aun con limitaciones, permitió mantener el ritmo de conexiones y estabilizar la entrega hacia refinerías y exportación.

La marca de 842 Mbbl/d importa por su impacto macro y regional. Primero, porque aumenta el saldo exportable, clave para el ingreso de divisas y la balanza energética. Segundo, porque envía una señal de continuidad inversora: pese a la volatilidad externa, las operadoras sostienen planes de perforación y completación apoyadas en la competitividad técnica del shale argentino. Y tercero, porque la actividad derrama en la Norpatagonia, con foco en Río Negro y Neuquén, a través de empleo, demanda de servicios especializados y movimiento logístico asociado a la cadena de valor.
De cara al cierre del año, la atención estará puesta en la velocidad de puesta en producción de los pozos ya perforados, en la coordinación entre producción, transporte y almacenamiento para evitar cuellos de botella, y en la evolución del entorno de precios internacionales, que puede acelerar o moderar la curva. En paralelo, las ampliaciones de la infraestructura de evacuación y las obras en curso —que incluyen el Vaca Muerta Oil Sur (VMOS) en etapa de construcción— delinean un techo productivo más alto para 2026.
En síntesis, septiembre dejó dos certezas: Argentina produjo 842 Mbbl/d, el máximo de 2025, y consolidó un sendero de expansión que, si se sostiene el actual ritmo operativo y se acompaña con más capacidad de evacuación, puede traducirse en más divisas, más empleo y mayor actividad para la región.



