El CEO de YPF, Horacio Marín, cuestionó los altos costos de las empresas de servicios en Argentina y fue tajante: exigió precios competitivos o buscarán alternativas en el exterior. Anunció que la petrolera duplicará su actividad y pidió a los proveedores adaptarse al nuevo escenario exportador, dejando atrás la lógica de sobreprecios y restricciones del pasado.
Durante su participación en el IEFA Latam Forum 2025, el presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, dejó en claro el diagnóstico que preocupa a la principal petrolera del país: los costos unitarios que hoy manejan las empresas de servicios en Argentina están fuera de rango en comparación con otros mercados, y afectan la competitividad de la industria.
Marín no se guardó nada y fue directo:
“Yo agarro un pozo de Vaca Muerta, lo meto en un avión, lo bajo en Estados Unidos, pongo los costos unitarios y me da 35% más barato en Estados Unidos que en Argentina”, afirmó.
Según explicó, la diferencia no radica en la cantidad de personal o en los acuerdos sindicales —temas donde también se están buscando eficiencias—, sino en los precios excesivos de herramientas, materiales y servicios tecnológicos.
Decisión tomada: YPF «pateó el tablero»
Frente a este escenario, Marín confirmó que la conducción de YPF decidió actuar con firmeza:
“Decidimos patear el tablero. Ya le dijimos a todas las compañías de servicios que tienen que ponerse a la altura de las circunstancias”, señaló.
El mensaje fue claro y con advertencia incluida:
“Si no bajan los precios, no tengo problema en traer los servicios de afuera”, enfatizó, dejando abierta la posibilidad de recurrir a proveedores internacionales para garantizar costos competitivos.
Plan de expansión: duplicar la producción
El objetivo de la petrolera estatal es ambicioso. Marín detalló que YPF planea duplicar la actividad en el país, con una meta concreta:
“Queremos llevar la producción de Vaca Muerta a entre 1 millón y 1,2 millones de barriles por día y alcanzar los 200 millones de metros cúbicos de gas”, afirmó.
Este crecimiento, subrayó, requiere que todos los actores de la cadena energética se adapten al nuevo contexto.
“Las exportaciones van a ser gigantes y no tienen por qué cobrarnos como en una Argentina anterior, donde estaba todo cerrado, no se podía traer una herramienta, había que atarla con alambre”, remarcó.
Un modelo de precios justos, sin regulaciones
Marín también aclaró que no se busca imponer regulaciones o controles sobre el mercado, pero sí exigió responsabilidad.
“No pedimos regulación. Pedimos que se cobre lo justo, acorde a la situación actual del país”, concluyó.