Sturzenegger anticipó que la minería impulsará la reactivación ferroviaria, generará un millón de empleos y hará crecer las exportaciones un 40 %.
En una entrevista concedida al programa Volviendo a Casa que conduce Tato Young por Radio Mitre, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, describió cómo el auge de la minería en la Argentina no solo impactará en la generación de empleo y divisas, sino que exigirá modernizar una deuda histórica del país: la red ferroviaria nacional. Para el funcionario, el nuevo ciclo de inversiones privadas en el sector minero, particularmente en cobre y oro, representa una oportunidad para activar grandes transformaciones estructurales, con fuerte impacto económico y territorial.
“La expansión de la minería va a generar un millón de puestos de trabajo”, afirmó Sturzenegger, en lo que representa una de las proyecciones más ambiciosas del Gobierno en materia de empleo asociado a actividades productivas intensivas. En ese mismo sentido, sostuvo que el efecto combinado de la minería y la energía será decisivo para incrementar las exportaciones nacionales: “Lo que estamos hablando de energía va a subir las exportaciones a Argentina a 40 %”, dijo, dejando en claro que se trata de una visión integradora entre sectores estratégicos que ya están atrayendo inversiones bajo el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI).
El ministro explicó que el crecimiento proyectado para la minería no podrá concretarse si no se moderniza el sistema ferroviario, y advirtió que esa demanda ya está siendo impulsada por las propias empresas del sector. “El boom ese de la minería va a generar un boom del transporte. Porque las mineras dicen: ‘yo solo puedo producir si tengo los trenes’”, expresó. En esa línea, mencionó explícitamente que el tren que une Buenos Aires con Neuquén —vital para conectar zonas productivas del norte patagónico— forma parte de las prioridades para este nuevo esquema logístico que las empresas ya están estudiando financiar o impulsar por su cuenta.
“Cobre, oro, pero también el tren que va de Buenos Aires a Neuquén… me parece que los trenes van a ocurrir en el próximo año”, dijo Sturzenegger, anticipando que la combinación de inversiones mineras y necesidad de transporte podría acelerar un proceso postergado durante décadas.
Lejos de tratarse de una planificación estatal tradicional, la mirada del ministro apunta a una articulación directa entre las necesidades del sector privado y las condiciones que debe ofrecer el Estado para que esas inversiones se desarrollen. En ese marco, el DNU de desregulación económica firmado en diciembre de 2023, junto con la Ley Bases y el RIGI, aparecen como las herramientas que el Gobierno considera clave para destrabar el potencial productivo del país.
El diagnóstico de Sturzenegger es, si se abren las puertas a la inversión, los sectores estratégicos van a mover la economía, generar empleo, aumentar las exportaciones y reactivar obras estructurales como el sistema ferroviario. Todo ese movimiento —sostuvo— será impulsado por la lógica del mercado, pero también requiere de decisiones políticas que faciliten el desarrollo de largo plazo. “Vamos más lento de lo que quisiéramos, pero estamos avanzando”, reconoció días atrás. Sus declaraciones del lunes en Radio Mitre completan esa visión con una hoja de ruta donde la minería, los trenes y la energía están llamados a reconfigurar el mapa económico argentino.