Un estudio presentado en la Expo AOG 2025 revela el potencial transformador de Vaca Muerta: divisas, empleo, infraestructura y logística en escala inédita. El desafío será sostener el ritmo de desarrollo sin cuellos de botella, con foco en proveedores locales, talento especializado y condiciones macroeconómicas que acompañen.
En el marco de la Expo Argentina Oil & Gas 2025, el Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG) presentó un estudio que posiciona a Vaca Muerta como eje estructural del desarrollo energético nacional. Según las proyecciones, la producción podría alcanzar entre 1,3 y 1,5 millones de barriles equivalentes diarios en los próximos cuatro años, generando divisas por hasta USD 40.000 millones anuales.
La presentación estuvo a cargo de Daniel Dreizzen, presidente de la Comisión de Análisis Económico y Planeamiento del IAPG (Instituto Argentino de Petróleo y Gas) y Managing Director de Aleph Energy, junto a Milagros Piaggio, associate de Aleph Energy y Aniko Fushimi, consultora senior de Aleph Energy.
El informe prevé que, en el año pico de actividad, Vaca Muerta requerirá entre 30.000 y 43.000 trabajadores adicionales, acumulando entre 400 y 518 millones de horas-hombre, lo que equivale a un 60 por ciento más del empleo directo actual dedicado a la extracción de gas y petróleo en el país. En paralelo, la logística será clave: de cumplirse las proyecciones, para 2029 se necesitarán entre 9 y 11 millones de viajes de camiones, incluyendo transporte de agua, áridos, insumos químicos, combustibles y equipamiento, con un impacto directo sobre infraestructura vial y de servicios conexos. Los expositores coincidieron en que la magnitud del desafío que queda por delante es muy grande, y advirtieron que la logística puede ser un cuello de botella.
La proyección también detalla la construcción de entre 18 y 26 nuevas plantas de tratamiento de crudo hacia 2040, con un pico de 5 a 6 instalaciones en marcha hacia 2029. Este proceso implicará obras civiles de gran escala, movimiento de suelos, insumos de acero y hormigón, y decenas de miles de puestos de trabajo temporales y especializados. En simultáneo, se incrementará de manera intensiva la operación de Rigs de perforación y sets de fractura, que en escenarios de alto desarrollo podrán superar los 80 equipos activos, frente a los niveles actuales que rondan la mitad.
En cuanto a la demanda de insumos, los cálculos muestran que los sectores más requeridos serán la construcción civil, los insumos naturales como áridos, agua y arena, la energía, el acero y la metalmecánica, además de bombas, motores, tecnología, transporte e ingeniería. Buena parte de los insumos críticos para perforación y fractura deberán importarse, mientras que otras ramas podrán abastecerse localmente.
La magnitud del salto también se refleja en la red de proveedores. Las 37 principales empresas de oil & gas en Argentina son abastecidas por casi 10.000 firmas, de las cuales el 78 por ciento son pymes. Entre 2019 y 2021 estas compañías facturaron en promedio 4.000 millones de dólares anuales como proveedores de insumos y servicios, pero el desarrollo proyectado de Vaca Muerta multiplicará la escala y exigirá una mayor capacidad de respuesta.
Los autores remarcaron que se requerirá mano de obra especializada en todos los niveles, con la posibilidad de generar hasta 36.000 nuevos empleos adicionales. También señalaron que uno de los desafíos centrales será la capacidad de la cadena de valor para escalar producción y servicios en tiempo y forma, evitando cuellos de botella que puedan frenar los escenarios de mayor desarrollo proyectados.
Finalmente, el informe subraya que el desarrollo de Vaca Muerta dependerá de la disponibilidad de equipos y maquinaria, la capacidad de la cadena de valor y los recursos humanos, y la infraestructura de evacuación y mercados. A esto se suma la necesidad de condiciones macroeconómicas estables y esquemas regulatorios competitivos, como el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), para asegurar la llegada de capital y consolidar a la cuenca neuquina como motor estructural de divisas y desarrollo para el país.