Tras la eliminación del «barril criollo», el mercado de combustibles opera bajo nuevas reglas. ¿Qué peso tienen el petróleo internacional, los impuestos y el tipo de cambio en lo que pagamos en el surtidor? En esta nota, te contamos cómo se calcula hoy el precio del combustible y por qué el Brent es clave para entender lo que viene.
En medio de un contexto de precios fluctuantes en el mercado internacional del petróleo y de un proceso de desregulación del sector energético local, muchos argentinos se preguntan: ¿cómo se determina el precio de los combustibles en el país?
La respuesta no es sencilla. Implica revisar una serie de transformaciones legislativas que dejaron atrás décadas de control estatal y dieron paso a un sistema de precios más libre, aunque no completamente desregulado.
Del «barril criollo» a la liberalización
Hasta 2023, el Estado intervenía directamente en el valor del crudo que abastecía el mercado interno. Lo hacía a través de mecanismos como el “barril criollo”, un precio sostén que permitía desacoplar los valores locales del precio internacional del petróleo, para garantizar rentabilidad al sector productor en tiempos de crisis global y asegurar el abastecimiento interno.
Pero esto cambió con la aprobación del DNU 70/2023 y la Ley Ómnibus impulsada por el Gobierno nacional. Ambas normas eliminaron el esquema de precios regulados para el petróleo y los combustibles, permitiendo que las petroleras vendan al valor internacional y que las refinadoras trasladen ese costo al precio final de la nafta y el gasoil.
¿Entonces, quién regula hoy?
Actualmente, no hay una ley que fije un precio máximo o mínimo para los combustibles. El valor se determina por las condiciones del mercado. Sin embargo, existen tres elementos clave que siguen incidiendo en los valores de los surtidores:
- Precio internacional del petróleo: cuando el crudo sube, la nafta tiende a subir; si baja, debería reflejarse en una reducción. Así lo explicó el propio presidente de YPF, Horacio Marín, durante una entrevista en Wall Street: “Cuando baja el precio del petróleo, baja; cuando sube, sube”. Incluso aseguró que, si el valor del Brent se mantiene en torno a los USD 64, YPF bajará los precios.
- Tipo de cambio oficial: al tratarse de una industria dolarizada, cualquier variación en el valor del dólar impacta directamente en los costos de refinación y comercialización.
- Carga impositiva: el precio en surtidor incluye el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC), que se actualizan trimestralmente según el Índice de Precios al Consumidor. No obstante, en los últimos años, su aplicación ha sido postergada en diversas oportunidades para evitar saltos bruscos en los valores.
Una nafta más atada al mundo
El panorama actual confirma que el precio de los combustibles en Argentina está cada vez más alineado al mercado global. Pero en un país con alta inflación y salarios rezagados, cada suba impacta con fuerza en la economía cotidiana.
La pregunta que queda flotando es: ¿hasta qué punto la liberalización beneficia al consumidor final? Y, sobre todo, ¿qué rol tendrá el Estado ante posibles abusos o distorsiones?
Por ahora, el mercado marca el paso.
Y como muestra del nuevo escenario, el valor del petróleo Brent al 21 de abril de 2025 se ubica en 66,52 dólares por barril, una baja del 2,12% respecto al cierre anterior.
Comparativa internacional: ¿bajan los combustibles cuando baja el Brent?
Para entender cómo reacciona el mercado ante la caída del barril de petróleo, basta mirar lo que ocurre en otras partes del mundo. En países como España y Francia, donde el precio de los combustibles suele estar más atado a las variaciones del Brent, se registraron bajas en los surtidores en las últimas semanas. En España, por ejemplo, el precio de la nafta bajó a €1,496 por litro, mientras que el diésel cayó a €1,414, según datos de la Comisión Europea. En Francia, los valores también mostraron una leve caída en abril, con la nafta en €1,719/litro y el diésel en €1,575/litro. En Australia, donde los combustibles también se ajustan por mercado internacional, el precio promedio actual ronda los 1,67 dólares australianos por litro. Esta tendencia indica que en economías con mercados energéticos más abiertos, las bajas en el Brent efectivamente se trasladan a los precios finales. En Argentina, este proceso empieza a replicarse bajo el nuevo esquema de liberalización, aunque con particularidades locales como la carga impositiva y la volatilidad cambiaria que pueden amortiguar (o demorar) esos movimientos.
