En una entrevista con RÍO NEGRO Radio, el gobernador Alberto Weretilneck ratificó que los proyectos de Gas Natural Licuado que operen desde la costa rionegrina deberán abonar un bono y tasas ambientales, bajo el mismo criterio de negociación aplicado en el VMOS, aunque con números distintos. La exigencia se apoya en leyes provinciales vigentes y en el uso de agua que realizarán los buques licuefactores.
Weretilneck explicó que el esquema económico-ambiental será específico para el GNL, pero respetará el concepto ya utilizado con el oleoducto Vaca Muerta Oil Sur: “No son los mismos números porque las lógicas son distintas, pero el concepto va a ser el mismo”, aseguró, y remarcó que “no estamos inventando nada: son leyes vigentes en la provincia”. Las definiciones alcanzan a las empresas con salida por Fuerte Argentino, donde se proyecta instalar la infraestructura flotante de licuefacción.
El mandatario adelantó además que, en 45 días, el Ejecutivo enviará a la Legislatura el acuerdo con el consorcio Southern Energy, la iniciativa de Argentina LNG que integran Pan American Energy, YPF, Pampa Energía, Harbour Energy y Golar LNG, con el detalle de sus condiciones jurídicas, económicas y ambientales. El plan prevé dos buques licuefactores: el Hilli Episeyo, que se conectará al Gasoducto San Martín y podría operar en 2027; y el MK II, que requerirá un gasoducto específico y apunta a 2028.
Con estas definiciones, la provincia fija reglas claras para la instalación de los proyectos de GNL, resguarda ingresos extraordinarios por el uso de recursos y condiciona el despliegue a parámetros ambientales verificables. El enfoque, anticipado tras las Jornadas de Energía realizadas en junio, busca alinear la expansión del GNL con el interés público provincial, garantizando aportes económicos y controles sobre agua y operaciones costeras.



