La petrolera cerró una facilidad de pre-exportación a 3 años para prefinanciar exportaciones y capital de trabajo. La operación fue sobredemandada, con bancos de EE.UU. y Asia, y tuvo a Bladex como organizador principal. El cierre operativo fue el 23 de octubre de 2025 y el crédito está garantizado con cobranzas de exportación.
YPF volvió a encender las luces del financiamiento internacional con un sindicado por US$ 700 millones que le da aire para sostener la curva exportadora y el pulso de caja del negocio. El préstamo se estructuró como Pre-Export Facility a tres años, se aplicará a prefinanciar exportaciones y fortalecer capital de trabajo, y llegó con señal de apetito: la demanda de bancos fue superior a la oferta.
De acuerdo con el anuncio de Bladex y reportes especializados, el consorcio de entidades incluyó jugadores de Estados Unidos y Asia. La entidad panameña actuó como joint lead arranger y destacó que el préstamo apuntala el desarrollo exportador de la compañía. Para YPF, el beneficio es doble: liquidez operativa en el corto plazo y visibilidad ante la banca global en un momento donde el mercado vuelve a mirar proyectos con salida externa.
En lo técnico y legal, firmas de referencia informaron que la transacción se ejecutó y cerró el 23 de octubre y que se trata de una línea asegurada con cuentas a cobrar de exportaciones (secured facility colateralizada con receivables). Además, el sindicato tuvo como organizadores y bookrunners a BBVA, Bladex, Santander e Itaú Unibanco, mientras Citibank N.A. actuó como agente administrativo y de garantías.
El timing no es casualidad. En paralelo al despegue de la infraestructura de evacuación, con el avance del oleoducto Vaca Muerta Sur y su hoja de ruta exportadora, YPF busca asegurar combustible financiero para upstream y plataformas logísticas asociadas a la venta externa. El nuevo PEX robustece esa estrategia y, de paso, suma una señal de confianza al ecosistema energético argentino.




