Los astilleros asiáticos ofrecen unidades de hasta 6 Mt/año de capacidad, que YPF planea emplazar frente a Sierra Grande como parte del proyecto Argentina LNG.
YPF, junto a sus socios estratégicos Shell y Eni, avanza en negociaciones con astilleros de China y Corea del Sur -con Wison y Samsung entre los oferentes- para adquirir unidades flotantes de licuefacción (FLNG) destinadas al proyecto Argentina LNG. El plan contempla ubicar estas plataformas frente a la costa de Río Negro, en el Golfo San Matías, y alimentarlas mediante gasoductos dedicados desde Vaca Muerta (Neuquén), con el objetivo de transformar el gas en GNL y colocarlo en el mercado global.
La fase inicial incluye al menos dos buques con una capacidad conjunta de 18 millones de toneladas anuales (Mt/año), con posibilidad de sumar una tercera unidad para alcanzar las 30 Mt/año. El lugar elegido para su instalación es el entorno de Sierra Grande, lo que consolida a Río Negro como la puerta de salida al Atlántico para el gas neuquino.
En la feria Gastech 2025, realizada en Milán, YPF mantuvo reuniones con fabricantes navales que ofrecieron alternativas concretas. Wison, por ejemplo, puso sobre la mesa un FLNG de 6 Mt/año, el mayor de su portafolio, y modelos más pequeños de 3,6 Mt/año que permiten un escalado progresivo. Los plazos estimados de construcción rondan los 33 meses para una unidad de gran capacidad, con unos cuatro meses adicionales para traslado y puesta en marcha.
Las unidades estarían emplazadas a 4 a 6 kilómetros de la costa, lo que facilitaría la rotación de personal hacia tierra firme, reduciendo costos logísticos y mejorando las condiciones laborales. Además, parte del proceso de pretratamiento del gas —como la deshidratación, remoción de gases ácidos y de mercurio— se realizaría en tierra, aligerando la operación flotante y elevando los estándares técnicos y ambientales del proyecto.
De acuerdo con los cronogramas que maneja la empresa, la primera unidad podría entrar en servicio hacia 2027, mientras que para 2029 la Argentina estaría en condiciones de duplicar el mercado interno de hidrocarburos a través de exportaciones de GNL.
Para Río Negro, el desembarco de estas unidades significa un salto cualitativo en infraestructura y desarrollo, con obras en tierra que incluyen gasoductos de alimentación, instalaciones de cabecera y servicios complementarios. Para YPF y sus socios, representa la vía más rápida y eficiente para monetizar el gas rico de Vaca Muerta, generar divisas, diversificar la matriz exportadora y posicionar al país como un jugador clave en el mercado energético mundial.