El presidente de YPF inauguró la Argentina Oil & Gas Expo con un diagnóstico crudo y una visión estratégica: la provisión de arena para la fractura, el oleoducto Vaca Muerta Sur, el proyecto Argentina LNG, un tren hacia Añelo y la competencia directa con Estados Unidos.
En la apertura de la AOG Expo 2025, Horacio Marín trazó un mapa de los retos y oportunidades que marcarán el futuro de Vaca Muerta y del sector energético argentino. Su intervención fue contundente: la industria tiene todo para escalar, pero necesita resolver cuellos de botella estructurales y consolidar infraestructura de una magnitud inédita en el país.
La arena: un insumo clave bajo presión
El primer eje de su exposición fue la arena para la fractura hidráulica. Marín advirtió que el esquema actual “no es sustentable”, y lo graficó con una imagen contundente: en el pico de producción, cada kilómetro de ruta hacia Neuquén implicaría un camión cargado de arena de ida y otro vacío de regreso.
El mensaje fue claro: sin un rediseño logístico y productivo, el recurso que sostiene la fractura hidráulica puede transformarse en un obstáculo. La discusión entre la arena de cercanía y la arena embasing de Entre Ríos se convierte así en una cuestión estratégica, más allá de los costos o la calidad.
VMOS: Río Negro como puerta atlántica
Otro punto central fue el oleoducto Vaca Muerta Sur (VMOS), que conectará la cuenca neuquina con Punta Colorada, en la costa de Río Negro. Para Marín, la obra representa la solución a un cuello de botella histórico en el transporte de crudo: “es una iniciativa muy buena para el conjunto de las operadoras”, afirmó.
Con VMOS, la provincia de Río Negro se consolida como nuevo eje exportador de petróleo, brindando previsibilidad a las inversiones y ampliando la capacidad de la Argentina de competir en mercados internacionales.
Argentina LNG: la apuesta de escala mundial
Marín confirmó que el proyecto Argentina LNG ya avanza con la llegada de dos buques flotantes de licuefacción (FLNG) que marcarán el inicio de las exportaciones de gas natural licuado desde Vaca Muerta.
Pero el desafío está en la infraestructura: se necesitarán dos gasoductos. El primero, a iniciar en 2026, abastecerá la etapa inicial del proyecto. El segundo, de 48 pulgadas de diámetro, será el más grande construido en la historia argentina y permitirá escalar a volúmenes competitivos a nivel global.
Este esquema define la diferencia entre ser un exportador marginal o transformarse en un jugador central del mercado mundial de GNL.
Movilidad: un tren para Añelo
El presidente de YPF también sorprendió al mencionar la evaluación de un tren de pasajeros entre Neuquén y Añelo. El proyecto apunta a reducir costos, descongestionar rutas y disminuir la siniestralidad vial en el corazón operativo de la cuenca.
Ya existe una propuesta de financiamiento, y el próximo paso será incorporar un socio privado. De concretarse, el tren representará una mejora logística para la industria y un impacto positivo en la conectividad regional.
La competencia global
Marín cerró con una definición estratégica: “Competimos con Estados Unidos”, dijo al referirse al mercado del GNL. Con esta frase, dejó en claro que el horizonte no se limita a la región, sino que ubica a la Argentina en la carrera frente a gigantes como Estados Unidos, Qatar y Australia.
El desafío será sostener una visión de largo plazo, con inversiones en infraestructura, estabilidad regulatoria y coordinación entre sector público y privado.
Una hoja de ruta con sello patagónico
La intervención de Marín en la AOG 2025 combinó advertencias concretas con visión de futuro. Arena, petróleo, gas, transporte y competitividad global forman parte de un mismo engranaje que puede transformar a la Patagonia —y en particular a Río Negro— en la base exportadora de energía de la Argentina hacia el mundo.
