El alejamiento del funcionario, que seguirá como asesor por dos meses, busca destrabar resistencias internas y acelerar los cambios que impulsa el gobierno nacional para desregular el mercado eléctrico.
En la última reunión de directorio de Cammesa, realizada el pasado viernes 28 de marzo, Mario Cairella oficializó su renuncia a la vicepresidencia de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico. Aunque dejará de tener poder de decisión dentro de la entidad, continuará durante los próximos dos meses como asesor del directorio para cerrar temas pendientes, principalmente relacionados con reclamos judiciales de empresas y cooperativas deudoras.
La salida del funcionario se concretó en un contexto de tensiones con la secretaria de Energía, María Tettamanti, y el viceministro coordinador de Energía y Minería, Daniel González. Según fuentes del sector, su presencia se había convertido en un freno para avanzar con la reforma estructural que el Ejecutivo nacional busca aplicar sobre el sistema eléctrico.
Cairella, que había llegado a Cammesa con el respaldo del asesor presidencial Santiago Caputo y el diputado José Luis Espert, intentó postergar su salida hasta el 1 de junio, pero finalmente se acordó su desvinculación inmediata. A cambio, logró negociar su permanencia transitoria como asesor técnico.
El gobierno decidió no nombrar un reemplazo y dejar la conducción operativa en manos del gerente general Eduardo Hollidge, en coordinación con el subsecretario de Energía, Damián Sanfilippo.
Su renuncia se había anticipado en una reunión previa del 21 de marzo, donde sorpresivamente comunicó que dejaría el cargo recién en junio. Esta jugada no cayó bien en el Ministerio de Economía y precipitó su salida definitiva una semana más tarde. Algunas versiones indican que se le habría ofrecido participar de un proyecto en una provincia, aunque por el momento no se conocen más detalles.
La decisión se enmarca en un proceso más amplio de transformación del mercado eléctrico argentino. Durante el evento Vaca Muerta Insights, el viceministro González ratificó la intención del gobierno de avanzar hacia un modelo de menor intervención estatal, en el que los generadores puedan adquirir su propio combustible y las distribuidoras contraten energía de forma libre.
“El sistema actual está atrapado en décadas de regulaciones superpuestas, y desarmar esa estructura llevará tiempo”, sostuvo González, quien también reconoció que el sector privado ha planteado reparos a la hora de asumir nuevos riesgos.
La presencia de Cairella era vista como una figura incómoda dentro de este proceso. Incluso, trascendió que en ámbitos informales llegó a calificar la reforma como una “reverenda burrada inconsulta”, lo que profundizó el distanciamiento con la actual gestión.
Con su salida, el Ejecutivo busca consolidar su estrategia de reforma por etapas, reduciendo resistencias internas y permitiendo que Cammesa redefina su rol en un sistema eléctrico más desregulado y competitivo.
Mientras tanto, el sector observa con atención cómo se implementarán los próximos pasos, en un escenario donde cada decisión impacta directamente en la operación y sostenibilidad de uno de los pilares del sistema energético nacional.