Las rutas provinciales 69 y 65 de Río Negro se han convertido en arterias clave para el desarrollo energético de la región. Sin embargo, el crecimiento del tránsito pesado vinculado a la actividad petrolera ha generado un grave deterioro en la infraestructura vial, afectando tanto la seguridad como la operatividad del sector.

El impacto del tránsito petrolero en la Ruta 69
La Ruta Provincial 69, que atraviesa Campo Grande, es una vía estratégica para el transporte de áridos y equipos petroleros hacia Añelo, epicentro del desarrollo de Vaca Muerta. El flujo constante de camiones de gran porte, muchos con cargas que superan los límites permitidos, ha acelerado el desgaste del pavimento, provocando baches, fisuras y hundimientos.
Esta situación no solo representa un problema para la seguridad vial, sino que encarece los costos de mantenimiento y afecta la conectividad de la región. Para las localidades cercanas, el deterioro de la ruta complica la movilidad diaria y el transporte de bienes y servicios esenciales.
Operativos de control en marcha
Ante este escenario, el Gobierno de Río Negro ha intensificado los operativos de control en las rutas más afectadas. En las últimas horas, Vialidad Rionegrina detectó un camión con 8.000 kg de sobrepeso, lo que evidencia la magnitud del problema.
El presidente de Vialidad Rionegrina, Raúl Grün, destacó que estos controles se realizan de manera periódica para frenar el deterioro del pavimento. Además, anunció que el 27 y 28 de febrero el operativo se trasladará a la Ruta Provincial 6, a la altura de Paso Córdoba, otro punto crítico en la circulación del tránsito petrolero.
Los operativos, coordinados entre Vialidad Rionegrina, la Policía de Río Negro y la Secretaría de Transporte, buscan garantizar el cumplimiento de la Ley Nacional de Tránsito 24.449 y la Ley Provincial Nº 5.263/17, que regulan el transporte de cargas en la provincia.

El desafío de mantener rutas seguras en una provincia que incrementará la actividad energética
El crecimiento de la industria petrolera en Río Negro es una oportunidad de desarrollo, pero también presenta desafíos en términos de infraestructura. Mientras se avanza en la consolidación del oleoducto Vaca Muerta Sur y el desarrollo de más proyectos hidrocarburíferos, la provincia enfrenta el reto de garantizar rutas seguras y sostenibles para el tránsito pesado.
El deterioro de las rutas 69 y 65 es un claro ejemplo del impacto del sector hidrocarburífero en la conectividad vial. La clave estará en equilibrar el desarrollo de la industria con políticas de infraestructura que aseguren la transitabilidad, reduzcan el impacto ambiental y refuercen el mantenimiento de las rutas petroleras.